3 de marzo de 2010

ILUSIÓN Y CREATIVIDAD - UN OPCIÓN DEL JUBILADO

LA ILUSIÓN ES UN PREMIO DE ORO EN LA EDAD MADURA Con frecuencia oigo comentarios de alguna persona ya bien entrada en la jubilación con esta expresión o algo parecido: “Para qué me voy a calentar la cabeza a mis años si ya no sirvo para esos trotes.” Seguro que hay muchas situaciones en que una persona llegó a la saturación total en su desarrollo de pensamientos y creatividad. Es cierto y la causa no se puede medir ni por los años de edad, ni por el deterioro físico / psíquico. El camino de la vida tiene alguna pausa intermedia, sin señales ni aviso predeterminado. Además no se puede elegir la hora ni la fecha porque cada cuál tiene un trayecto distinto. El misterio de nuestra vida es ese: Hay un principio, un desarrollo y un final. La vida es un proyecto muy ambicioso y colmado de riquezas que avanza fugazmente y en silencio pero no a oscuras ni sometida a vivir en un sueño aletargado a la espera de que alguien toque la campana para despertar. ¿Hay algo más bonito y maravilloso que mantener vivos nuestros sentimientos, nuestras inquietudes y la ilusión de hacer cosas creativas sin pensar en la proximidad de la parada final? Siempre se debe mantener una esperanza viva, cargada de ambiciones y con ansias de abrir más caminos nuevos que nos reporten entretenimiento y gozo. Nunca es tarde para empezar algo que nos ilustre y que nos ocupe un espacio mental sin caer en el tedio, la apatía, el silencio o la soledad. Es bueno el descanso, no fatigarse, pero es bueno también hacer ejercicio moderado a la medida posible, demostrarse a uno mismo, en la vida cotidiana, todo lo que se puede hacer con ilusión.
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Uno no puede atarse de pies y manos estando hábil para caminar y para hacer manualidades No comparto la idea de ponerle freno a la vida si se goza de salud, porque soy de ideas claras, ni apruebo la indecisión de que una persona en condiciones óptimas se oponga a seguir utilizando su capacidad intelectual y sus valores para seguir desarrollando inquietudes o actividades que sean dignas de compartir con otras personas.
En el campo de la jubilación se mueven personas con grandes conocimientos y no todas se prestan a compartir esos valores con otras que los aceptan de buen gusto. Y por el contrario hay otras, que sin haber sido superdotados, se abren con ilusión a toda clase de actividades en pro de un enriquecimiento intelectual, social, familiar y autosatisfacción.
Vivir de lleno los vínculos y el entorno social y familiar con amor y comprensión es lo más importante en la vida. Luego se puede viajar, conocer nuevos lugares, escuchar la buena música, aprender y practicar el baile de salón, hacer algún experimento en la pintura al óleo, que es muy relajante, conocer las nuevas tecnologías de Internet y la magia de la fotografía digital que introducen a uno en un mundo apasionante. Todas estas facetas están al alcance de las manos. Yo participo de ellas y puede garantizar que me ayudan a vivir con ilusión y pensamiento creativo. Los años no pasan en balde, cierto, pero yo prohibiría la palabra “VIEJO”. Este adjetivo es sólo válido para los elementos con que trabajamos o nos movemos en nuestros quehaceres. La vida del ser humano es un tesoro y como tal debe brillar siempre y mantener el mismo valor, la misma ilusión aunque sea en la edad madura. Anselmo Fernández Martínez

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