16 de marzo de 2009

Anselmo EN SUS TIERNOS AÑOS

ANSELMO es mi nombre. ¿POR QUÉ?
Nací en Amandi, Sober, provincia de Lugo, el 15 de Mayo de 1939. Soy el tercero de seis hermanos. Mi nombre significa "Protegido de los DIOSES", de origen Germano, cuya festividad es el 21 de Abril, con una personalidad muy reseñada por creer firmemente en la ley y el orden. Antiguamente, en todos los pueblos y aldeas, era costumbre bautizar a los recién nacidos con un nombre igual a otro familiar: padres, abuelos, tíos o padrinos, quizás por aquello de no perder el nombre de la rama familiar, como si en ello fuese el desarrollo de la vida.
Pero, a mí, creo que ya me bautizaron antes de nacer, casi como una condición impuesta por mi abuela materna que era muy devota y pensaba que en mi se transformarían los valores oratorios de un Padre Misionero que por aquellas fechas había participado en lo que se llamaba "MISIÓN", durante una semana. Según me comentaron, al tener uso de razón, aquel misionero de nombre Anselmo y Párroco de la Iglesia de San Vicente en el Castillo de Monforte de Lemos, era un gran orador, con facilidad de palabra para llegar al sentimiento de los oyentes de una manera fácil y clara, porque él vivía y era sencillo como el más humilde de los oyentes. Era sobre todo, caritativo, muy humano y cercano a las clases más bajas. Todos aquellos valores, como no podía ser de otra forma, no configuraron ni condicionaron mi proyecto de vida, aunque si me permitieron ver con cierta claridad al valorar la mejor alternativa o camino a seguir ante una encrucijada. No obstante, me considero de fácil comunicación; otra cosa es que yo sepa captar la atención de los demás, faceta ardua en un mundo lleno de informaciones tan amplio como la gama de colores. En cuanto a la sencillez o la humildad, como estos valores no se pueden medir, es algo que cada cual lleva dentro y en función de la situación se aplica o no, porque en el desarrollo funcional de una persona es necesario aplicar buenas dosis de superación ante los retos competitivos para contribuir de una manera más eficaz a la sociedad y al entorno social. Humilde y sencillo si, pero mirando de frente con arrogancia y afán, aunque parezca una contradicción, ya que nada se nos da hecho, más bien hay que actuar con inteligencia y hacer valer la capacidad con verdadero innatismo.
La verdad, aunque el trazado de mi infancia no difiere demasiado sobre el de mis hermanos, u otros niños de las familias numerosas que abundaban en la década de los 40 en numerosos pueblos y aldeas, sí quiero reseñar que debido a una enfermedad cuando sólo tenía 7 años, el cariño de toda mi familia padres y hermanos que se volcaron en torno a mi sensibilidad y marcaron una señal imborrable en mis sentimientos de respeto y aprecio hacia todos porque me enseñaron a valorar la vida y como sobreponerse en las dificultades. Todo ello lo anoto, no como anécdota sino como un hecho de fe en mi interior porque a escondidas les oía decir que yo siempre sería una persona delicada de mayor. No ha sido así gracias a Dios, es cierto que he procurado cuidarme siempre huyendo de los riesgos, y no me consta haber sido víctima de la debilidad y flaqueza física ya que siempre he sabido levantarme de las caídas.
No se si los presagios de mi abuela han tenido algo que ver en ello, pero lo que si sé es, que mi perfil de la infancia es tal como lo describo y el por qué me llamo "Anselmo."

1 comentario:

Anónimo dijo...

BIEN ANSELMO NO SE SI USTED VA MUCHO POR AMANDI SI NO ES ASI TENGO QUE DECIRLE QUE SALVO EL ARREGLO DE ALGUNAS CASAS EL PUEBLO SIGUE IGUAL.

COMO SUSPENDIDO EN EL TIEMPO ESPERANDO A QUE TODOS LOS QUE UN DIA SE FUERON VUELVAN DE NUEVO.

HE DE DECIRLE QUE MANTENER CIERTOS NOMBRES EN LA FAMILIA ES ALGO QUE SE SIGUE HACIENDO; Y DE ELLO PUEDO DAR FE PUESTO QUE LLEVO EL NOMBRE DE MIS 2 ABUELAS.

POR CIERTO CREO QUE MI MADRE LE CONOCE SOMOS DO TOMAS DO FANTE YO SOY SU NIETA.

RECUERDOS UN BESO DE OLILIA MI MADRE Y ESPERO QUE ESTE BIEN YA ME IRE CONECTANDO