4 de abril de 2010

DIAS DE PRIMAVERA 2010 EN MIAMI

MARAVILLAS DE LA PRIMAVERA
Es una gozada hacer viajes en tiempos de Primavera para contemplar el esplendor de los árboles y campos en flor. También para escuchar el canto y observar el revoloteo de los pájaros que construyen sus nidos, sobre todo esas cigüeñas que edifican sus majestuosas cestas en las torres eléctricas o campanarios de las iglesias. Los campos sembrados convierten la tierra grisácea en verde pradera. No en vano la celebración de la Pascua Florida convoca a miles de fieles en torno a sus procesiones tradicionales honrando devotamente a los santos con sus rezos y redoble de tambores. Y si la temperatura climatológica es óptima favorece todavía más las condiciones para proclamar con alegría que la Primavera en fuente de amor y de vida renovada. En la Primavera, todo aquel que sabe valorar la pura naturaleza, es lógico que se sienta con más optimismo después de un Invierno cargado de viento, lluvia y frío, lo cual también es bueno, pero justo es la causa de que ésta reporte más frescor y vigorosidad en el ánimo. Es como si fuese tiempo de renovación de pensamientos y de valores ante la diversidad de un paisaje maravilloso. En la ruta de Zaragoza a Miami se cruzan comarcas variadas, pero de manera especial prevalecen las plantaciones o campos de almendros, olivos, melocotones y cerezos. Hay subidas y bajadas, valles y ríos. Luego en la Costa Dorada se pueden contemplar zonas de playa y tropezar con el bullicio turístico, quizás amigos o conocidos que en el verano anterior cada cual retornó al domicilio habitual.
También es tiempo de contrastar la climatológico, pudiendo disfrutar de un buen Sol durante el día y por la noche sentir la necesidad de encender "la llar de foc" para generar y reforzar el consiguiente calor de la vivienda o para asar unas costillas en la parrilla , que saben a banquete de fiesta nocturna.
ANSELMO

4 de marzo de 2010

EL TRÉN DE LA VIDA, UN LARGO VIAJE





















EL LARGO VIAJE DE UNA VIDA LLENA DE VICISITUDES Siendo todavía muy niño, allá dónde nací en una remota aldea de la Galicia profunda, me gustaba escuchar todo comentario que la gente mayor hacía en los ratos de tertulia.
Me tomo la licencia de afirmar que me sirve de orgullo y vanidad describir mis orígenes y mis vivencias con la claridad que perdura en mi mente a pesar de la lejanía en el tiempo.
Quizás, de haber nacido en el epicentro de cualquier ciudad llena de comodidades y servicios, mi relato tendía otro significado, no menos valioso pero si más comprensible para las generaciones modernas y actuales. Antes, los pueblos y aldeas estaban más poblados y no habiendo otros pasatiempos, cada cuál hacia una tertulia con las cosas de su vida. Unos daban detalles muy recientes de una guerra que habían vivido muy amargamente. Otros comentaban sus vivencias en Cuba y Argentina, dónde en aquellos tiempos la vida era mejor que en España y ya había emigrantes que estaban de vuelta, aunque los viajes durasen varios días para cruzar el Atlántico. Todo aquello me sonaba como algo inquietante para mí. ¡Sabe Dios cuántas ideas se me habrán ocurrido! Recuerdo con nitidez que, a pesar de mi infancia yo deseaba conocer otros pueblos, otros mundos, otras formas de seguir una vida distinta a la que conocía. Así fue, comencé mi viaje en la primera parada del tren, siguiendo un ambicioso y bonito trayecto, entre la infancia y pubertad, con los seres más queridos: abuelos, padres, hermanos y otros familiares, dónde en ese mismo trayecto ya se fueron bajando los primeros. Luego en la edad adulta, siguiendo en el mismo tren, pasé a otro vagón, dónde se fueron agregando esposa e hijos. Este es el tren dónde viajaba más gente y se compartían vicisitudes; en el trabajo, en un nuevo hogar, nuevo vecindario, nuevas amistades y con un amplio vínculo de familiares que se han ido añadiendo. Las fotos ilustran el contenido de la narración. Al llegar la jubilación, miro por la ventanilla y veo como se van apeando seres del mismo viaje. El paisaje carece de la misma frondosidad. El tren sigue pero medito y analizo todo lo bueno y lo malo que atrás ha quedado. Me sirve de consuelo el poder continuar mi ruta bien unido a los más cercanos, evocando aquella inquietud de la infancia. ¡Sueño cumplido! Los gozos superan a las penas en este viaje. Pero perduran recuerdos imborrables, valorando en positivo las distintas etapas de mi periplo La vida es un largo trayecto de valor incalculable. El Ser Supremo nos apeará a todos en alguna estación quizás no prevista. No obstante en el tren se siguen vislumbrando por las ventanillas amplios paisajes, bellos horizontes llenos de encanto, la memoria de comidas familiares y viajes turísticos.
Lo de las Américas, que siendo un niño todavía, me sonaba casi misterioso, como cito al principio, es sólo una referencia histórica que forma parte de mis recuerdos infantiles, y aún me parece que estoy viendo los ademanes de Señor Ramón y Señor Pedro que así se llamaban aquellos abuelos y vecinos del barrio, cuando detallaban sus hazañas uno en la Argentina de Perón y Evita y el otro en la Cuba de Fulgencio Batista.
Desde estas lineas confirmo que en la nuestra España también se puede desarrollar cualquier persona, lo mismo en valores morales como materiales, siempre ejercitando los principios de un viaje creativo y velando de tomar el mejor camino. La vida se compone de un continuo aprendizaje y cada amanecer tiene una nueva vivencia, mientras hay vida también hay camino para seguir.
Este escrito está pensado en primera persona. Pero puede ser el de otra cualquiera Anselmo Fernández Martínez

EL BAILE DE SALÓN, UNA OPCIÓN APASIONANTE

A RITMO DE BOLERO, CHA CHA CHA, TANGO, SAMBA, PASODOBLE, VALS...... etc
Una de mis actividades que me encanta, lo mismo le ocurre a mi mujer, es asístir los martes por la tarde a las clases de Baile de salón en el centro de Concepción Arenal.
Desde hace cinco años tenemos la misma profesora y hay muy buena sintonía con ella
Este es el primer año en el que coincidimos un grupo más numeroso, somos nueve parejas en total, cuando en años anteriores nos manteníamos entre cinco o seis parejas. La verdad es que todos formamos un equipo bien animado y somos leales a las instrucciones de Begoña la profesora, si bien ella, a veces, debe aguantar nuestros imperfecciones a pesar de insistir bastante en los movimientos rítmicos.
Me siento insatisfecho de saber que algunos compañeros de años anteriores ya no participan. Pero reconozco que cada cual tiene sus razones particulares y como en todo en la vida, hay que marcar preferencias.
Anselmo Fernández

3 de marzo de 2010

ILUSIÓN Y CREATIVIDAD - UN OPCIÓN DEL JUBILADO

LA ILUSIÓN ES UN PREMIO DE ORO EN LA EDAD MADURA Con frecuencia oigo comentarios de alguna persona ya bien entrada en la jubilación con esta expresión o algo parecido: “Para qué me voy a calentar la cabeza a mis años si ya no sirvo para esos trotes.” Seguro que hay muchas situaciones en que una persona llegó a la saturación total en su desarrollo de pensamientos y creatividad. Es cierto y la causa no se puede medir ni por los años de edad, ni por el deterioro físico / psíquico. El camino de la vida tiene alguna pausa intermedia, sin señales ni aviso predeterminado. Además no se puede elegir la hora ni la fecha porque cada cuál tiene un trayecto distinto. El misterio de nuestra vida es ese: Hay un principio, un desarrollo y un final. La vida es un proyecto muy ambicioso y colmado de riquezas que avanza fugazmente y en silencio pero no a oscuras ni sometida a vivir en un sueño aletargado a la espera de que alguien toque la campana para despertar. ¿Hay algo más bonito y maravilloso que mantener vivos nuestros sentimientos, nuestras inquietudes y la ilusión de hacer cosas creativas sin pensar en la proximidad de la parada final? Siempre se debe mantener una esperanza viva, cargada de ambiciones y con ansias de abrir más caminos nuevos que nos reporten entretenimiento y gozo. Nunca es tarde para empezar algo que nos ilustre y que nos ocupe un espacio mental sin caer en el tedio, la apatía, el silencio o la soledad. Es bueno el descanso, no fatigarse, pero es bueno también hacer ejercicio moderado a la medida posible, demostrarse a uno mismo, en la vida cotidiana, todo lo que se puede hacer con ilusión.
.
Uno no puede atarse de pies y manos estando hábil para caminar y para hacer manualidades No comparto la idea de ponerle freno a la vida si se goza de salud, porque soy de ideas claras, ni apruebo la indecisión de que una persona en condiciones óptimas se oponga a seguir utilizando su capacidad intelectual y sus valores para seguir desarrollando inquietudes o actividades que sean dignas de compartir con otras personas.
En el campo de la jubilación se mueven personas con grandes conocimientos y no todas se prestan a compartir esos valores con otras que los aceptan de buen gusto. Y por el contrario hay otras, que sin haber sido superdotados, se abren con ilusión a toda clase de actividades en pro de un enriquecimiento intelectual, social, familiar y autosatisfacción.
Vivir de lleno los vínculos y el entorno social y familiar con amor y comprensión es lo más importante en la vida. Luego se puede viajar, conocer nuevos lugares, escuchar la buena música, aprender y practicar el baile de salón, hacer algún experimento en la pintura al óleo, que es muy relajante, conocer las nuevas tecnologías de Internet y la magia de la fotografía digital que introducen a uno en un mundo apasionante. Todas estas facetas están al alcance de las manos. Yo participo de ellas y puede garantizar que me ayudan a vivir con ilusión y pensamiento creativo. Los años no pasan en balde, cierto, pero yo prohibiría la palabra “VIEJO”. Este adjetivo es sólo válido para los elementos con que trabajamos o nos movemos en nuestros quehaceres. La vida del ser humano es un tesoro y como tal debe brillar siempre y mantener el mismo valor, la misma ilusión aunque sea en la edad madura. Anselmo Fernández Martínez

1 de marzo de 2010

EL TRANVÍA DE LA DISCORDIA

MODERNIDAD DISCUTIDA Hace algunos años en un debate de la Televisión de Zaragoza refiriéndose a un plan de trazado para una Autopista que uniese la Nacional 232 con la A-2 después de Alfajarín, un representante político de esta ciudad hizo el siguiente comentario: “Una ciudad como Zaragoza bien se merece tener una Autopista de peaje” porque ello da categoría de ciudad moderna. Me sorprendió escuchar semejante simpleza en boca de un personaje vinculado al rango gubernamental. Luego si, se hizo el enlace desde el cruce con la carretera de Belchite pero es, hoy por hoy, como un tipo de Autovía. Menos mal, alguien pensó correctamente. Creo que los medios de transporte y comunicación viaria, bien sea urbana como interprovincial, deben favorecer la mejor comodidad y menor coste económico para el usuario del pueblo porque todas las obras se hacen con el dinero del pueblo, del contribuyente, aunque algunas mentes sombrías aun creen que son los gobernantes quienes las sufragan. El objeto de este escrito es para referirme a la controvertida idea del tranvía en Zaragoza. Este proyecto viene, desde hace ya varios años, precedido no exento de controversias y distintas valoraciones prioritarias. Que si unos quería metro, que si otros el tranvía. Al final en medio de protestas callejeras y manifestaciones urbanas, a pesar de ello, las obras comenzaron y van a buen ritmo. Sirva de consuelo haber destapado una parte del Río Huerva en el tramo de la Gran Vía lo cuál es punto de curiosidad para muchos ciudadanos de Zaragoza. Pero habría que hacer un sondeo nuevamente sobre las necesidades del tranvía, cuando el mismo circundará por en centro de la ciudad, quizás ocasionando más atascos que las rutas de los autobuses de hoy. Habría que preguntarles a los afectados comerciantes cuanto han bajado sus rentas del negocio. Habría que valorar las pérdidas por el corte de servicios. Habría que valorar los trastornos ocasionados a lo sufridores usuarios del autobús por los desvíos. Entiendo que el tranvía es un medio ecológico de transporte. Entiendo que al final será una línea de lujo porque distan años luz de los tranvías primitivos. Entiendo que será un galardón, en el tiempo, para los responsables del proyecto. Pero atrás quedarán las secuelas económicas y los transportes urbanos seguirán sin dar el servicio adecuado a los extremos de la ciudad y menos a los barrios y pueblos próximos. Creo que en este sentido aquí ha prevalecido la idea del primer párrafo. Una ciudad moderna, que se precie como tal, debe tener un tranvía, aunque el usuario o contribuyente del pueblo tenga que sufragar su monto económico sin beneficiarse de los medios de transporte, como el barrio de La Paz y otros, Aquí se ha hecho uso del dicho aragonés: Chufla, chufla pero yo no me aparto.

(Este artículo se envió a la revita SOLERA el día 14-02-2010)

Anselmo Fernández Martínez